El dolor de espalda es una de las lesiones más comunes, puesto que afecta a millones de personas cada año. Es además un problema cada vez más común, lo que parece relacionado (entre otras cosas) al estilo de vida moderno en el que predomina el sedentarismo y la falta de actividad física.

Es también un problema que suele reaparecer y dar varios episodios de dolor a lo largo de la vida de la persona. Pese a las repercusiones que el dolor de espalda puede tener en la calidad de vida, no suele ser una patología grave y la recuperación (y prevención de recaídas) es alta con el tratamiento adecuado.

En contra de lo que se suele creer, no es posible delimitar la causa del dolor de espalda en la mayoría de las ocasiones, pudiendo hablar de causas concretas en un 5-15% de los casos (fracturas, lesiones de disco...).

Esto hace que el tratamiento sea más eficaz cuando se centra en el paciente y en la persona de forma general y no solamente en estructuras corporales puntuales.

¿Qué tratamiento es más recomendable?

Según los estudios más actuales disponibles, las mejores opciones de tratamiento incluyen:

  • Tranquilizar al paciente.
  • Mantenerse activo.
  • Realizar ejercicio terapéutico supervisado.
  • Complementar con técnicas como la electroterapia o terapia manual si es necesario.

Salvo en caso de sospecha de patología grave o si no hay progreso tras un tratamiento conservador bien realizado durante 6 meses, NO se recomienda el uso de pruebas de imagen, cirugía o técnicas intervencionistas.

Por ello, si sientes dolor de espalda, tranquilízate y acude a valorarte con un profesional. Juntos decidiremos las mejores opciones para tu caso.