Las molestias relacionadas con el suelo pélvico pueden presentarse en personas de distintas edades y condiciones. A menudo, pasan desapercibidas o no se les da la importancia que merecen.

Lo más frecuente es notar síntomas como molestias íntimas, pérdidas leves de orina o disminución de la sensibilidad. Estos síntomas pueden generar dudas sobre si es necesario acudir a una consulta especializada.

Por eso, muchas personas se plantean acudir a un taller o valoración fisioterapéutica para recibir orientación personalizada. En general, salen con recomendaciones individualizadas y ejercicios adaptados.

Sin embargo, no siempre es imprescindible acudir de inmediato. Existen criterios que nos orientan sobre cuándo buscar atención profesional o iniciar cambios en el estilo de vida.

¿Cuándo buscar orientación especializada?

Debes hacerlo si presentas molestias en la zona íntima junto a alguna de estas condiciones:

  • Sensación de peso o presión en la zona baja del abdomen o genitales.
  • Dificultad para controlar la orina o el gas en actividades cotidianas.
  • Dolor persistente durante las relaciones sexuales o al hacer ejercicio.

Si no se cumplen estos criterios, puedes comenzar a trabajar en tu bienestar desde casa. Lo ideal es iniciar cuanto antes con una rutina de autocuidado que incluya hidratación adecuada, educación sexual y ejercicios pélvicos guiados por un profesional si es posible.