Las torceduras de tobillo pueden ocurrir a personas de cualquier edad, sexo o condición física. Son comunes tanto en la práctica deportiva como al caminar por la calle.
La lesión más frecuente es el esguince de tobillo, que genera dolor al apoyar el pie o moverlo. En algunos casos puede haber fractura ósea, lo que requiere inmovilización.
Por eso, muchas personas acuden a urgencias para realizarse una radiografía y saber si hay fractura o esguince. Normalmente, salen con el pie vendado o con indicaciones para inmovilizarlo.
Sin embargo, no siempre es necesario ir al hospital. Existen las Reglas de Ottawa, un sistema que ayuda a saber si hace falta una prueba de imagen.
¿Cuándo hacer una prueba de imagen?
Debes hacerla si tienes dolor en el tobillo o pie tras un golpe y alguna de estas condiciones:
- Dolor al tocar detrás del tobillo (lado externo o interno).
- Dolor al tocar el quinto metatarsiano o el hueso navicular.
- Incapacidad para dar 4 pasos seguidos sin ayuda justo después del golpe y en urgencias.
Si no se cumplen estos criterios, no es necesaria una radiografía. Lo ideal es iniciar tratamiento lo antes posible, movilizando y cargando el pie progresivamente para una mejor recuperación.